Cómo afrontar la Navidad con niños tras la separación

Cómo evitar que los niños sufran tras la separación o ruptura de pareja en Navidad

Vivir la Navidad tras la separación

La Navidad, con sus luces, canciones alegres y su espíritu festivo, nos evoca imágenes de familias felices y momentos entrañables.

Sin embargo, para los padres divorciados con hijos, estas fiestas navideñas son un desafío emocional, teniendo que hacer verdaderos malabares para mantener viva “la magia de la Navidad” al mismo tiempo que enfrentar la nueva realidad como familia.

Además de los desacuerdos que surgen en cuanto al régimen de estancias, sobre los regalos y problemas con terceros o familiares cercanos.

Por eso, la clave para que tus hijos y tú disfrutéis de estas fiestas también, está en la gestión emocional, en la comunicación con tu expareja y en revisar esas creencias sobre estos días navideños, que tanto peso tienen en la sociedad.

El imaginario social de la Navidad: Una expectativa compleja de cumplir

Desde niños, nos enseñan cómo debe ser la Navidad: un momento mágico, lleno de amor, reunión y unidad familiar.

Y las tradiciones como la cena de Nochebuena, la apertura de regalos junto al árbol y las risas compartidas afianzan un imaginario social complicado de cumplir sobre todo en el primer año de la ruptura de pareja por la agitación emocional y desconocer como se ha de hacer para que los niños disfruten de estos días con la menor percepción de pérdida posible.

Unas fiestas en las que se junta la tradición cultural que todos los padres queremos cumplir, ya que por nada del mundo deseamos que nuestros hijos se sientan distintos a otros niños, con la nueva organización familiar en la que habrá turnos para estar con los hijos y con un estado emocional aun sin resolver.

Sin embargo, solo la aceptación de la situación y un cambio de perspectiva para ver la Navidad desde otro lugar puede liberarte de la prisión emocional en la que quizás te sientas atrapada.

Por ello, sé amable contigo misma como prioridad número uno, introduciendo algunas afirmaciones positivas para equilibrar el diálogo mental negativo.

En lugar de dejar que el temor de la Navidad campe a sus anchas, dite a ti misma:

Encontraré una manera de disfrutar de la Navidad. Todo esto está sucediendo porque necesita suceder. Acepto mi situación y estaré bien. Encontraré una manera de sentirme positiva de nuevo.

Y, por último, grábate a fuego que seguís siendo familia y padres de vuestros hijos, y ambos tendréis que poner los ingredientes para que vuestros hijos tengan una Navidad tranquila y feliz.

Evita comparar esta Navidad con las anteriores o con la de otras familias

Una de las estrategias que utiliza el cerebro para buscar seguridad es compararnos con lo que teníamos antes. Y no solo eso, tiene la costumbre de hacernos creer que cualquier otra situación anterior era mejor.

Pero no se queda ahí. Otra forma de engaño de nuestra mente es compararnos con los demás, y por supuesto, esa comparación siempre es desde la escasez (“lo que se supone” que nos falta) y no desde la abundancia (lo que sí tenemos).

Y es que nos comparamos respecto a las demás familias, idealizando escenas que vemos o imaginamos en otras casas, sin pararnos a pensar si son reales o tan idílicas como nuestra mente nos está contando.

Y lo peor, es que las damos por ciertas y nos autoconvencemos de que, si no tenemos esa misma situación, nuestros hijos no tendrán una Navidad auténtica.

Pero la verdad es que sí vas a poder celebrar estos días con tus hijos. A lo mejor no los días que la tradición navideña marca, pero sí otros y con la misma magia y alegría.

Así que recuerda: la estampa familiar de la navidad idílica es una ilusión. Lo único real es tu situación y puedes encajar la celebración de estos días de una forma diferente y creativa.

La separación de los hijos en Navidad

Sí, la idea de enviar a tus hijos con tu ex en Nochebuena, Nochevieja o el día de Reyes puede ser desgarradora.

Sin embargo, sabes que no hay nadie que pueda venir a rescatarte de esta situación a menos que como padres y familia que sois pactéis seguir compartiendo esos días especiales todos juntos (esta opción necesitas una mentalidad evolucionada y quizás en este momento sea imposible por el torbellino emocional que estáis viviendo).

Así que solo TÚ puedes sacarte de esa espiral de pensamientos negativos que tanto daño te causan. 

Tu mentalidad es tu responsabilidad y de nadie más.

Si no te toca estar con ellos este año, no hay nada injusto en ello: son solo tus heridas internas y tu revuelo emocional los que necesitas calmar.

Para eso, hazte estas preguntas: ¿son mis hijos lo único en mi vida que puede traerme alegría?, ¿sin su compañía me reduciría a la nada?, ¿sin ellos no tengo ningún valor?

Sabes que no.

En tu interior sabes que eres digna de felicidad y amor, y tienes el derecho de encontrar alegría en cualquier circunstancia.

Y, además, piensa que, si permites que tu felicidad dependa de tus hijos, estás poniendo en riesgo tu propia salud mental y una gran carga sobre los hombros de tus pequeños.

Cuando los padres nos separamos, los niños crecen sabiendo que su tiempo se dividirá entre mamá y papá, y lo ven con naturalidad. De hecho, los niños asimilan están situación mejor de lo que imaginamos, a no ser que nosotros nos encarguemos de que no lo sea.

Por eso, como padres, es esencial que encontremos una manera de controlar nuestras propias emociones para poder apoyarlos en sus vidas, sin agotarnos por una mentalidad centrada solo en el dolor.

El desafío de la comunicación: Mantener la armonía para el bienestar de los hijos esta Navidad

La comunicación se convierte en otra clave esencial para superar los desafíos navideños tras el divorcio legal o separación de hecho (cuando aún no se ha llevado a cabo la ruptura legal).

Establecer expectativas claras y realistas, planificar con anticipación y fomentar una comunicación abierta entre vosotros como padres ayudará a disfrutar de estas fechas como lo que realmente son: unos días festivos que podéis aprovechar para descansar, cuidaros, estar y disfrutar con vuestros hijos los días que les tengáis en vuestra compañía.

Creando nuevas tradiciones: Enfócate en el presente y futuro

¿Te has dado cuenta de que las tradiciones son solo eso, tradiciones, y que pueden ser modificadas?

Así que la mejor forma de solucionar esos días que están con la otra parte de la familia es planificar una alternativa.

Por ejemplo, si no vas a poder pasar Nochebuena con tus hijos y es esa noche cuando solías darle los regalos, pasa ese momento al día de Reyes. O viceversa.

¿Quién ha dicho que los regalos tienen que llegar un día concreto?

¿Y si la magia de la navidad puede hacer que vengan cuando tú lo desees?

Si lo piensas bien, puedes celebrar lo que sea con tus hijos el día que tú elijas y con la misma ilusión que otros años.

Lo contrario será dejarte llevar por las creencias de cómo tiene que ser la Navidad y eso te frustrará y te hará sufrir y sin ser consciente se lo transmitirás a tus hijos.

Totalmente innecesario, ¿no te parece?

Aunque puede ser difícil dejar atrás las tradiciones familiares, la Navidad también ofrece la oportunidad de crear nuevas tradiciones que añadirán recuerdos especiales a la familia de tus hijos.

Conclusión final: Redefiniendo la Navidad en las familias de padres separados

Es cierto que este año las vacaciones de Navidad serán diferentes a las anteriores, pero recuerda que tu ruptura no ha roto el vínculo familiar, sino la relación de pareja.

Por ello, si mantenéis una relación de padres unida, respetuosa y de colaboración, podréis encontrar la manera para que todos disfrutéis e incluso hacer actividades juntos con los niños, como la familia que sois.

Para ello, la clave está en organizar esos días tan especiales. En este artículo te doy unas pautas que te van a ser de gran ayuda con tu expareja para evitar que vuestros hijos tengan sentimiento de pérdida.

Porque al no dejarte llevar por las expectativas de cómo tiene que ser la Navidad, priorizar la comunicación con tu ex y centrarte en la creación de nuevas tradiciones, podrás ayudar a tus hijos a disfrutar de estos días sin perder de vista el verdadero significado de la Navidad: alegría, familia y amor, independientemente de si vivís en un hogar o dos.

Este cambio de mentalidad que yo misma viví después de mi separación, me demostró que podía vivir mi realidad de una u otra forma dependiendo del enfoque que le diera.

Créeme si te digo que tú también puedes hacerlo.

Aquí te acompaño a conseguirlo.

Muchas gracias por estar aquí.

Un abrazo,
María Dolores

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¿Te sientes perdida y no sabes por dónde empezar ni qué poner en tu convenio regulador para vivir con paz mental tras la separación?

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