Acompañar a tus hijos es la clave para ayudar a tus hijos a superar la separación de sus padres y puedan comprenderla, aceptarla y adaptarse a la nueva realidad familiar.
Estoy segura de que el bienestar de tus hijos es una de tus mayores preocupaciones (o la mayor) en estos momentos en el que quizás ronda por tu mente la ruptura de pareja o acabas de tomar la decisión.
Y solo de pensar en cómo les puede afectar se te ponen los pelos como escarpias.
Déjame que te diga que cada día hay más estudios desde el ámbito de la psicología social, del trabajo social terapéutico y del ámbito de la sociología (estudia la dinámica y estructura de las sociedades) que confirman cómo la separación mal gestionada puede afectar a la salud de tus hijos, a nivel físico y emocional.
En cambio, todos los estudios concluyen en un mismo punto: que el origen de esos problemas es una separación afrontada desde el conflicto, la lucha de poder y la creencia de que ha de haber un ganador y un perdedor.
En realidad, y desde mi perspectiva como investigadora social desde 2011, el principio de una pésima ruptura de pareja cuando hay hijos en común se origina por:
● La falta de información sobre los pasos a seguir desde la toma de decisión.
● El imaginario social negativo (lo que piensa y hace una sociedad) que rodea la ruptura de pareja siendo padres.
● El empeño en intentar solucionar la separación con las mismas herramientas que hemos usado durante la convivencia en común.
Coincidirás conmigo en que, si actuamos en la separación de igual manera que durante la convivencia en común, el resultado será idéntico, ¿verdad? ¿qué piensas tú?
Así que destierra ya la creencia de que la ruptura de pareja es sinónimo de sufrimiento para tus hijos.
Porque lo que puede causar daño a tus hijos son los errores que cometas durante el proceso.
Ya que toda la tensión que se vive en casa y energía emocional negativa que irradias: frustración, impotencia, tristeza, resentimiento…es captada por el radar emocional de tus hijos, y al no comprenderla, la traducen en inquietud e inseguridad y miedo.
Lo que perjudica a tus hijos es la forma de resolver la ruptura, no la separación en sí.
Tus hijos necesitan para superar la separación que sus padres estén bien.
Abordar el proceso de ruptura con sinceridad, tranquilidad y de forma reflexiva propicia que tus hijos reaccionen de igual manera.
Manejar la situación de la ruptura de pareja de forma óptima tiene como resultado:
● Te cuidas para poder cuidar de tus hijos y acompañarlos en el proceso ya que ellos viven la ruptura a través de sus padres.
● Los mantienes al margen de la ruptura y aprendéis (tú y tu expareja) como padres a ser un nuevo modelo familiar para ellos.
Y esto significa para vuestros hijos.
● Contar con una familia a pesar de tener un modelo diferente al tradicional que conocen hasta el momento.
● Disfrutar de sus padres como unidad.
● Sentir que son parte de una familia donde se sienten protegidos, amados y tranquilos por sus padres y su entorno familiar.
En este artículo te cuento lo que has de saber para ayudar a tus hijos a vivir una separación con el menor impacto posible y evitar su sufrimiento, pero antes empecemos por el principio.
¿Qué significa la separación para tus hijos?
Ten en cuenta que tus hijos viven la separación de una forma diferente a como la vais a vivir su padre y tú, entre otras cosas porque tienen menos herramientas internas para manejarla.
Y la forma en que la ven ellos también cambia dependiendo de su edad, madurez emocional y de cómo manejen la situación sus padres.
Sin embargo, en mayor o menor medida, hay unos pensamientos y emociones comunes en todos ellos:
● Preocupación, angustia e incertidumbre por la pérdida de seguridad y previsibilidad que tenían antes, ya que su mundo sufre un cambio radical y se enfrentan a una experiencia desconocida.
● Pensamientos de que son la causa de la separación generando sentimiento de culpa en ellos por la ruptura de sus padres.
● Confusión e incredulidad también son comunes cuando los padres no les explican qué está sucediendo de manera clara y comprensible para su edad.
● Preocupación al pensar en cómo va a cambiar su vida y a qué cosas tendrán que renunciar.
● Frustración e ira al no elegir esa situación con sensación de injusticia y de impotencia al carecer de control sobre la situación.
● Miedo (sobre todo los más pequeños) a que alguno de sus padres desaparezca de su vida y se olvide de ellos.
Ten muy presente que tus hijos van a expresar a través de la actitud su malestar, y necesitan que les hables con claridad, transmitas serenidad, seguridad y les des mensajes poco a poco para ir procesando mentalmente la situación.
Cuáles son las consecuencias para tus hijos si su padre y tú perdéis el control de la separación
Cuando una ruptura de pareja se vive desde la confrontación prolongada o viendo al otro como enemigo con el objetivo de dañarlo e incluso eliminarlo de la vida de los hijos, la consecuencia es que los hijos se quedan sin vida familiar.
Por ello, vamos a ver qué puedes hacer para prevenir repetir el modelo de separación negativa que nos enseñaron y llevamos imitando desde La Ley de Divorcio de 1932, aprobada durante la II República española (primera ley que reguló el divorcio en España).
Los 2 errores más comunes al inicio de la separación
Al principio de la ruptura, sobre todo, tendrás que estar atenta a los cambios de actitud que puedan tener tus hijos.
Estos cambios suelen aparecer en las comidas, el sueño, el acatamiento de normas o las notas escolares.
Es posible que tus hijos se puedan mostrar más inquietos y puede que te reten continuamente porque están mostrando su enfado y ansiedad por todo lo que está pasando.
Lo hacen de esa manera porque carecen de herramientas para verbalizar cómo están sintiendo la situación que hay en casa.
Y aquí los padres, con la mejor de las intenciones, solemos cometer dos errores:
1) Hacernos amigos de nuestros hijos. Claro que debemos escucharlos, hablar con ellos y ponernos en su lugar, pero comportarnos como si fuéramos su amiga para estar más cerca de ellos, los deja huérfanos de madre y sin esa guía firme que ellos tanto necesitan.
2) Volcarnos en exceso en los hijos y convertirlos en el eje de las decisiones. Aunque pueda parecer que poner a los hijos en el centro de nuestras decisiones es una forma de protegerlos y asegurarnos de que están bien atendidos, no es así.
Piénsalo. Si olvidas tus necesidades y no tienes en cuenta tus emociones, tu desgaste físico y mental se acelerará.
Y eso repercute en tus hijos, ya que recuerda que ellos viven la separación a través de ti.
Además, los niños pueden interpretar esta actitud como una falta de límites y una sumisión por tu parte a sus deseos. Algo que les puede generar confusión, miedo, inquietud y más estrés.
Por si lo desconoces, el estrés es una reacción normal del cuerpo ante una situación que provoca miedo, temor e incertidumbre. Pasa a los adultos y también a los niños, incluso a los más pequeñitos.
La importancia de evitar alianzas
Primero, ¿qué es una alianza entre padres e hijos?
Una alianza se define como una relación de complicidad emocional y con un interés común entre uno de los padres (más frecuente en mamás por la dificultad de aceptar el nuevo rol maternal) y un hijo.
Y esto suele ocurrir por un tema del que no se habla mucho.
En el caso de las madres, las alianzas ocurren por miedo a:
● Carecer de control sobre la educación, crianza y día a día de los hijos.
● Perder su amor o pasar a un segundo plano o dejar de ser importantes para los niños.
● Compartir a sus hijos con otras personas con las que quizás han mantenido relaciones poco afectivas, de distanciamiento o conflictividad.
● Competir con nuevas parejas del padre de los niños con miedo a que esa persona se haga cargo de sus hijos suplantando el rol materno.
La separación modifica la forma de ejercer la maternidad siendo distinta y más compleja a la tradicional al dejar de contar con el apoyo del padre de tus hijos y tener que compartir el amor de tus hijos con otras personas ajenas a ti.
Por lo tanto, es importante entender esta diferencia y vivir esta nueva etapa de la maternidad con naturalidad para evitar alianzas que debiliten la estructura familiar tras la separación y cubrir sus necesidades de protección, amor y seguridad.
En este nuevo rol maternal al separarte conlleva menos:
– Comunicación con ellos ya que hay días que están con su padre. Si no existe buena colaboración entre vosotros tendrás el sentimiento de perderte momentos importantes de su vida.
– Control sobre su día a día y sobre su educación.
– Apoyo del padre en la vida cotidiana en el que muchos días tendrás que hacer malabares para llevar todo para adelante.
Incluso habrá momentos en que te cuestiones tu papel en su crianza y educación.
Por esta razón, la separación conlleva definir nuevos roles como padres e intentar mantener la colaboración y apoyo mutuo para seguir ambos en la vida de vuestros hijos sin perderos ni un segundo de sus vidas.
Por eso la clave es mantener una comunicación abierta y respetuosa con el padre de tus hijos para acompañarlos en su crecimiento personal, educación y crear un ambiente de bienestar para ellos.
También es importante que comprendas que tu papel como madre es insustituible y nadie te puede quitar ese rol, aunque no convivas a diario con tus hijos.
Si al leer estas palabras has sentido que esto te está ocurriendo, quiero que sepas que sucede porque tus emociones han tomado el control de tu vida y desde ahí es muy difícil que puedas ver con claridad, pensar o separar tu rol de madre de tu rol de pareja.
Si es así, te sugiero buscar ayuda cuanto antes para evitar que la situación se te vaya de las manos.
¿Por qué a tus hijos les puede costar comprender, aceptar y adaptarse a la nueva realidad de sus padres?
El proceso de separación es complejo para un niño y hay que tener en cuenta que, para ellos, es una decisión impuesta.
Una decisión que los lleva a perder durante un tiempo, el equilibrio y la estabilidad que representan los dos pilares que sostienen su vida: mamá y papá juntos.
Y son varios los factores que pueden dificultar la adaptación de tus hijos a la nueva situación familiar. Conocerlos te ayudará a evitarlos:
● Resistencia a cambiar su rutina cotidiana y su entorno. La separación puede incluir un cambio de casa, de colegio e incluso alejarse de amigos y familiares importantes para ellos, ya que ahora tus hijos han de pasar tiempo con ambos y quizás no viváis en el mismo barrio o zona.
● Confundir a los niños con mensajes contradictorios sobre la decisión que os ha llevado a tomar la decisión de la ruptura. Todo lo que no pueda comprender le causará angustia, estrés y miedo.
● Utilizar y poner en medio a vuestros hijos cuando tenéis diferencias y tensiones entre vosotros. Los niños se pueden sentir atrapados en esta dinámica de relación e incluso pueden sentirse obligados a intervenir y tomar partido por uno de vosotros.
● Asumir tu carga emocional: enfado, rabia, ira, resentimiento, impotencia y un sinfín de emociones negativas, es captada por el radar emocional de tus hijos, y, al no comprenderlas, la traducen y asimilan con sentimiento de miedo, temor e inquietud.
● Percibir la separación como un sentimiento de pérdida y abandono. Bien porque no comprendan lo que implica vuestra separación como pareja o tengan dificultad para entender la causa que os ha llevado a tomar la decisión de la ruptura, o les resulte difícil diferenciar a “sus padres” como unidad, de las personas individuales que sois.
Y esa carencia de comprensión de ver a sus padres como personas individuales los puede llevar a sentirse abandonados, sobre todo si uno de vosotros desaparece de su día a día y el contacto desaparece durante semanas o meses.
● Utilizar por parte de alguno de vosotros a vuestros hijos para hacer daño al otro.
● Carecer de límites durante el proceso de ruptura, ya que tus hijos necesitan reglas, normas, responsabilidades, acuerdos para tener estabilidad, sentirse protegidos y seguros en momentos difíciles.
Qué factores facilitan que tus hijos se adapten a la ruptura
La separación de los padres es un cambio importante en la rutina diaria y costumbres de un niño, y es necesario que tengan la oportunidad de procesar y adaptarse a la nueva situación.
Para lograr esto debes ayudar a tus hijos a pasar por tres fases: comprender, aceptar y adaptarse.
Primero, es fundamental que tus hijos comprendan la situación y para ello necesitan que le expliques con claridad y con un mensaje adaptado a cada edad, lo que está sucediendo en la familia. Que les quede claro que la separación no es culpa suya, y que tú y su padre les seguiréis queriendo y cuidando como siempre.
En esta primera fase es importante que la información se les des sea poquito a poco creando unos antecedentes porque informar de golpe la noticia podría impactar y traumatizar, resultando difícil la comprensión.
Te pongo un ejemplo para que veas el impacto que tiene una noticia cuando carece de antecedentes. Imagina que tus padres salen de viaje y unas horas después llega la policía a casa y te dicen “siento comunicarle que sus padres han fallecido” el impacto sería brutal y te costaría comprender y aceptar, ¿no?
Pues lo mismo ocurre en los niños cuando se comunica la noticia de la separación sin el trabajo previo de hablar con ellos de que la relación de mamá y papá anda mal.
Una vez que tus hijos comprendan la situación podrán aceptarla, y cada niño necesitará un tiempo diferente para ello. Durante el proceso se podrán sentir tristes, confundidos y a ratos enfadados, pero es importante que les permitas sentir y expresar estas emociones brindándoles amor, apoyo y comprensión.
Una vez que tus hijos comprendan y acepten vuestra ruptura de pareja, ahora sí podrán adaptarse a la nueva situación.
La adaptación es un proceso gradual y puede llevar tiempo que tus hijos se sientan cómodos y seguros en la nueva rutina familiar. Pero con el apoyo adecuado y un ambiente estable y predecible en ambos hogares, esta adaptación será más agradable y durará menos tiempo.
Pautas para que la separación afecte lo menos posible a tus hijos
Sé de primera mano lo que duele ver a los hijos pasarlo mal en una separación y entiendo que quieras protegerlos y evitar su dolor. Yo también pasé por eso.
Pero ese dolor no se puede evitar. Ni se debe.
El dolor es una reacción natural e intentar esquivarlo puede ser contraproducente.
Lo que sí puedes hacer por ellos es evitar que sufran y hay pautas para ello:
● Favorecer el respeto entre el padre de tus hijos y tú.
● Hablar bien del padre delante de los niños.
● Permitir una comunicación fluida entre tus hijos y su padre.
● Mantener un diálogo respetuoso y sincero como padres para estar al día ambos sobre la vida cotidiana de vuestros hijos.
● Responder a las necesidades del día a día de tus hijos.
● Permitir que tus hijos disfruten de ambos y tenga la libertad para hablar y contar lo que viven con cada uno de vosotros si quieren y evitar el sentimiento de culpa que puede crear tus hijos si cuando no está contigo se lo pasa bien.
● Mantener en la medida de lo posible rutinas y actividades que tenían antes de la ruptura.
● Favorecer la responsabilidad compartida como padres, es decir, la capacidad de ponerte de acuerdo con el padre de tus niños para tomar decisiones sobre la crianza y la educación de vuestros hijos.
Cómo puedes transmitir tranquilidad y ayudar a tus hijos según la edad
Como ya sabes, una ruptura de pareja como cualquier situación de crisis requiere un tiempo de ajuste para que tus hijos recuperen su equilibrio y el nuevo modelo familiar se normalice e interiorice.
Así que mantened una actitud cercana y de apoyo para transmitirles confianza y tranquilidad, les ayudará a que pasen por este proceso de cambio de la mejor manera posible.
Estas pautas te ayudarán a conseguirlo:
● Transmitir a tus hijos que cuando están con su padre tú estás bien aprovechando el tiempo para cuidar de ti misma, hacer tareas pendientes o disfrutar con amigas o familia. Explicar que papá también quiere compartir tiempo con ellos y los quiere tanto como tú. Hacer lo contrario, es preocuparlos y sentir que se traicionan si se van con el padre y disfruta.
● Mostrar disponibilidad para responder sus dudas y hablar del tema cuando ellos necesiten.
● Dar permiso a tus hijos para que puedan disfrutar y querer a papá y a mamá por igual.
● Dejar claro a tus hijos que ellos nada tienen que ver con el conflicto, aunque a veces os hayan visto discutir por su educación, es decir, por ellos.
● Pasar tiempo de calidad con ellos, haciendo alguna de sus actividades favoritas o incorporando actividades nuevas y motivadoras.
● Mantener su vida cotidiana lo más parecida posible a como era antes, y por supuesto.
● Dar amor a raudales.
Estarás de acuerdo en que los niños merecen crecer bajo la protección de una familia y tener una infancia feliz, por eso es tan importante tener el control de la separación y gestionarla de manera adecuada desde el principio.
Como ves acompañar a tus hijos en este momento de crisis familiar y que la huella de tu separación sea la menor posible es un reto que depende de ti y superarás con facilidad al:
● Tomar el control de tu vida para lograr primero tu bienestar y equilibrio personal al vivir tus hijos la experiencia de la separación a través de ti.
● Hablar con tus hijos sobre la ruptura de papá y mamá de forma clara, sincera y comprensible a su edad para ayudarles a comprender la situación y por consiguiente aceptarla y adaptarse a los cambios que conlleva la separación emocional y física de sus padres en su rol de pareja.
● Conocer cómo ayudarlos y los errores a evitar para que el impacto en este momento de cambio familiar sea el menor posible.
Recuerda que: lo que perjudica a tus hijos es la forma de resolver la ruptura, no la separación en sí.
Por ello, preparar la ruptura es clave para poder acompañar a tus hijos. porque si tú no estás bien te será imposible estar para ellos.
¿Y cómo puedes empezar?
Puedes apoyar a tus hijos ayudándoles a comprender lo que están viviendo. Descarga la NUEVA GUÍA sobre la gestión del duelo en dónde te muestro las 3 etapas que tus hijos van a vivir a lo largo del proceso de separación y así poder acompañarlos de la mano en todas ellas y contar con herramientas para:
- Reducir el impacto emocional en tus hijos por la separación.
- Fortalecer el vínculo familiar.
- Saber cómo acompañar a tus hijos para que se adapten a la nueva manera de interaccionar con sus padres.