Actuar a tiempo siempre es la mejor forma de prevenir y evitar futuros problemas. Y, en caso de divorcio, hay muchos temas de los que debes hablar y acordar con tu expareja, te pongo algunos ejemplos:
- Los trámites legales para llevar a cabo la separación.
- La mejor manera de seguir ejerciendo como padres tras la ruptura del matrimonio.
- La cuestión económica, puesto que hay unos bienes y un dinero en común que, al igual que el resto de cosas, debéis repartir de manera equitativa.
A todos estos puntos hay que prestarles mucha atención si quieres vivir tranquila tras divorciarte, pero en este artículo nos centraremos en el último punto, el de la cuestión económica. Hoy te voy a contar todo lo que necesitas conocer sobre lo relativo a las cuentas bancarias conjuntas tras el divorcio, para que sepas cómo actuar en caso de que lo necesites.
Lo normal a la hora de planificar la ruptura con tu pareja es que todo se negocie de manera ética y justa, pero ya sabes que a veces el dinero corrompe a las personas y puede provocar más de un conflicto. Para evitar tener problemas económicos durante el divorcio, te recomiendo que sigas leyendo y prestes atención a todo lo que conviene tener en cuenta.
«¿Qué sucede con los ahorros y las cuentas bancarias conjuntas tras el divorcio?»
Esta es una de las preguntas más frecuentes que una persona que se va a divorciar le hace a su abogado.
Aunque para repartir este dinero lo normal es llegar a un acuerdo negociado y pactado que reparta equitativamente las cantidades comunes, así como los gastos inminentes, lo normal es que el reparto se haga al 50 %.
El dinero en común sigue perteneciendo a los dos miembros de la expareja, pero siempre hay situaciones que suscitan bastantes dudas en cualquier divorcio. A continuación, voy a intentar contestarte a todas ellas.
«¿Qué se hace con las cuentas bancarias y los ahorros si me quiero ir de casa antes de tramitar el divorcio legal y estamos casados en gananciales?»
Como ya te explicaba, el dinero sigue siendo propiedad de los dos con carácter ganancial. Por ello, si quieres disponer de ese dinero antes de llegar a un acuerdo con tu expareja, lo ético y habitual es que te lleves la mitad de lo que haya en la cuenta y la otra mitad quede a disposición de la otra parte.
«Si estoy en trámites de divorcio, ¿puedo sacar dinero de la cuenta común sin contar con mi ex?»
Legalmente sí puedes hacerlo, pero hay algunos aspectos que has de tener en cuenta:
- Debes ser titular de la cuenta o estar autorizada. Si no es así, nunca podrás disponer de ese dinero sin contar con tu expareja.
- Como te indicaba antes, lo normal es no disponer más que de la mitad del dinero, al menos hasta que llegues a un acuerdo firme para el reparto.
- Ten en cuenta los recibos que puedan venir próximamente para poder hacer frente a los pagos. Si tenéis una hipoteca o un crédito en común, suministros del hogar que aún no se han dado de baja, seguros, etc., debes ser consciente de que, si no dispones de liquidez en la cuenta para el pago, añadiréis un problema a la separación.
«¿Qué puedo hacer si mi expareja ha bloqueado las cuentas que tenemos en común?»
En teoría, si tanto tu ex como tú sois titulares de la cuenta, no debería ocurrir eso. Si aun así te encuentras con que la cuenta está bloqueada, tienes que acudir rápidamente a tu entidad bancaria y pedir que la desbloqueen. Acto seguido, deberías solicitar medidas cautelares, para lo cual lo mejor es contar con un buen abogado que te asesore y te acompañe en el proceso.
«¿Qué pasa si durante el procedimiento de divorcio uno de los cónyuges, de manera unilateral y sin previo aviso, cambia la domiciliación bancaria de un recibo y lo domicilia en su cuenta personal sin motivo para ello?»
Esto no tiene mucho sentido hacerlo, salvo para intentar simular una situación que antes no existía: demostrar que tú no pagabas los recibos. Esto es falso y se puede probar fácilmente, pues bastará con pedir el historial de facturación y de pagos para dejar claro que no era así.
También puedes presentar una reclamación a la compañía del suministro por no haber contado con tu autorización para hacer dicho cambio en la domiciliación. Vivimos en un mundo digitalizado y hay constancia de todo, incluso las llamadas a los servicios de suministro suelen quedar grabadas.
«¿Cómo puedo saber si mi marido tiene otra cuenta bancaria?»
Tu abogado puede solicitar una averiguación patrimonial ante el juzgado. En ella podrás ver todos los bienes, vehículos, cuentas bancarias, inmuebles o fondos que pueda tener tu expareja y que consten en Hacienda.
«¿Qué obligaciones debo cumplir para no cometer un delito?»
En principio, lo único que has de intentar es actuar siempre a través del juzgado hasta que la separación y el acuerdo sean algo firme. En cualquier caso, si no hay violencia o intimidación, no se considera que haya delito patrimonial.
«¿Qué puedo hacer si mi ex se ha marchado de casa y ha vaciado las cuentas?»
A veces ocurren situaciones muy desagradables, como la de que una de las partes se vaya de casa después de una discusión y… ¡también se lleve el dinero! Sin esperarlo y sin previo aviso nuestra pareja ha vaciado las cuentas bancarias y nos deja con una mano delante y otra detrás.
Aunque comúnmente se piensa que hacer esto es un delito, debes saber que en realidad no es así. Según el Código Penal (artículo 268.1), no existe responsabilidad criminal en este tipo de actuación si no ha habido una intimidación o abuso de la vulnerabilidad de la víctima (personas con discapacidad o menores de edad). Por lo tanto, solo te quedará reclamar por la vía civil si se da esta situación.
En definitiva, tu expareja puede irse de casa y llevarse el dinero. Lo único que puedes hacer en esta situación es esperar al momento de la liquidación del régimen económico matrimonial (reparto de bienes y dinero), y entonces podrás acreditar el despojo de la cantidad que tu pareja se hubiera llevado.
De esta forma, ese dinero se tendrá en cuenta en el reparto como cantidad ya entregada a una de las partes. Y si la cantidad que se llevó tu ex es superior a la que le corresponde, se le podrá pedir la devolución de la diferencia.
«¿Puede mi pareja abandonar el hogar sin más?»
Sí, así es. Nadie está obligado a vivir con quien no quiere. Por lo tanto, cualquier miembro de la pareja puede marcharse en cualquier momento. Eso sí, una vez que se marche, dispone de 30 días para interponer la correspondiente demanda de divorcio o separación ante el juzgado. Una vez transcurrido ese plazo, si no se ha interpuesto la demanda de divorcio, la otra parte puede denunciarle por abandono de hogar.
Si este es tu caso, mi recomendación es que busques un buen abogado que te vaya preparando el proceso. Mientras tanto, intenta recabar toda la información que acredite la situación económica en el momento de la separación: extractos bancarios, escrituras, correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, etc.
«Estamos casados en régimen de separación de bienes y avalé a mi ex para que le concedieran un préstamo. ¿Ahora qué hago?»
En caso de separación de bienes, si avalaste a tu ex deberás solicitar a la entidad la liberación de dicho aval. Si no te liberan, tendrás que pagar la deuda igualmente si tu expareja no lo hace. Después podrás reclamarle a él el pago ante un juzgado, pero en un primer momento te tocará abonarla a ti. Ten en cuenta que, de no afrontar las deudas correspondientes, se podría incurrir en una responsabilidad penal.
Como ves, las situaciones pueden ser complejas y difíciles en los momentos que rodean a una separación o divorcio, de ahí la importancia de contar con un buen asesoramiento legal por parte de un abogado. Un profesional del derecho será alguien preparado que podrá tenerlo todo controlado, pero no solo eso: también te proporcionará una tranquilidad y un sentimiento de apoyo que es fundamental en esos momentos.
Y tú, ¿has tenido algún problema durante tu divorcio relacionado con el tema económico? Si es así, me encantará leer tu experiencia.
Post escrito por José Ramón Sáez, de la firma Dualis, abogado y economista con más de 25 años de experiencia profesional y padre divorciado con el que he tenido el lujo de trabajar en más de una ocasión.
